La casa de Esperanza ahora pertenece a aa fondo de buitre. El suyo, su hijo de 22 años, su hija de 28 y sus dos nietas, de cinco y doce años. Se llama Promontoria Coliseum y es una de las subsidiarias del fondo oportunista Cerberus en España, y no quiere negociar. Está solicitando una vivienda pública porque, si la expulsan, no tiene forma de alquilar otra casa.
Como esperanza hay otras 11.432 familias en lista de espera para un vivienda pública de la Generalitat Valenciana, son el triple en comparación con el mes de febrero. La demanda se concentra en Valencia, con 6.228 familias en espera de vivienda, seguida de Alicante con 3.977 y Castelló con 1.227.
El parque público tiene ahora 14.631 viviendas, la gran mayoría ya habitadas. Como esto sería necesario aumentar en un 80% el número de viviendas sociales para atender la demanda lo que está en este momento. Durante la vigencia, el stock público creció en 767 viviendas.
El fuerte incremento de las matriculaciones se explica porque Vivienda decidió crear una nueva en octubre de 2021. Luego hubo 19.000 familias registradaspero según el Ministerio era una lista muy antigua con personas que ya no necesitaban estas casas, por lo que hubo que renovarla.
En febrero este periódico publicó que estuvo allí 4.300 familias en espera, la mayoría en Valencia con 2.545 solicitudes, seguida de Alicante (1.484) y Castelló (353). En octubre de 2022, un año después del nuevo registro, hijo 11,000 familias pobres enumeradas. Algunos incluso han pasado cinco años tratando de acceder a un apartamento social.
Pero este año hay una noticia importante; la Generalitat está obligado a conceder ayuda alquiler a aquellos que han estado esperando una vivienda pública durante más de seis meses. El Ministerio de la Construcción tomó esta decisión en septiembre tras varias investigaciones del Síndic de Greuges instándolo a hacerlo.
Esperando las nuevas cotizacionesVivienda recibió un 73% más de ingresos este año gracias a los fondos europeos, y mucho más con la aprobación del Plan Estatal de Vivienda 2022-2025, fondos que les dan un amplio margen de maniobra.
Algunos fondos que se pueden utilizar para revertir dos décadas de desmantelamiento del parque público edificatorio. Desde 1994, los gobiernos del Partido Popular han reducido las 37.500 viviendas a 17.000 -incluidos los pisos públicos-. Incluso en el primer gobierno de izquierda, el parque público siguió perdiendo. La Conselleria está todavía lejos de satisfacer la demanda de vivienda social.
¿Adónde voy con dos hijos y dos nietos?
Esperanza recoge comida en el comedor social de Puerto Puchero dando la entrevista por teléfono. Acude allí tres veces por semana y también recibe ayuda de la Iglesia Evangélica de Barona. Nunca debió una sola cuota del alquiler de 150 euros al mespero hace unos años el fondo buitre Cerberus le compró su apartamento.
Este mes de mayo terminó su contrato de arrendamiento y el fondo nunca quiso renovar. Antes de que llegara el día pidió consejo, acudió a Stop Desalojos y a los centros de servicios sociales municipales para intentar buscar una solución que no encontraba. Una de las primeras cosas que hizo fue solicitar una vivienda social.quien lo aprobó por su vulnerable situación, pero que no llegó.
El fondo buitre ya le ha ofrecido 4.000€ para salir de casa, pero ella los rechaza. “Le dije que con ese dinero no me voy a ningún lado, que lo que necesito es una casa para no estar en la calle con mis nietos”, explica Esperanza.
Ahora mismo solo cobra 532 euros al mes por una invalidez, además de la pensión de orfandad de 200 euros para el niño. “Con ese dinero solo podemos pagar los gastos de la casa y la comida que no nos dan en los comedores, no podemos ahorrar nada. Además con tan poco dinero no encontramos nada en Valencia ni en el extranjero” , se queja Esperanza.
El único ingreso que ingresa a la casa en este momento es, además de la jubilación, un poco más para cuidar a una mujer del barrio esporádicamente Y sólo un par de veces a la semana. “Con eso solo puedo pagar los gastos que asumen las niñas y algo para la comida, no llegamos a más”, dice.
En señal de buena fe, seguir pagando 150 € cada mes al mismo número de cuenta de fondos, aunque el alquiler haya vencido. Mientras tanto, busca una alternativa para quedarte. «¿A dónde voy con dos hijos y dos nietos, sin hogar?» queja. Ya tiene defensor oficial y desde hace meses suscribe todos los recursos que teóricamente pueden ayudarla con su situación, pero nada.
Afirma que nunca ha debido un recibo en su vida y no entiende por qué no lograron llegar a un acuerdo para pagarle un alquiler asequible. Durante meses la presión sobre sus hombros le hizo diagnosticar una depresión, para la cual toma medicación, rezando para que no le quiten la casa y un día se ve con los dos pies en la calle. Actualmente tiene uno.