Un joven de entre 16 y 29 años que alquila una vivienda en la Comunidad Valenciana tiene que dejar, en promedio, el 62,3% de su salario y, en caso de querer comprarlo, pagaría el 41,8% de lo que gana por la hipoteca.
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Estas son cifras que lo demuestran alquilar en España es «inaccesible» para los jóvenessegún ha explicado a EFE el vicepresidente del Consejo de la Juventud de España, Antonio Báez.
Estos son los datos que refleja el informe del segundo semestre de 2021 elaborado por Observatorio de emancipación del Consejo de la Juventud de España (CJE) y que muestran que un joven entre 16 y 29 años debe destinar un promedio nacional del 79,2% de su salario al alquiler, cuando este porcentaje no debe exceder el 30%.
Las Islas Baleares encabezan el rankingdonde los jóvenes tienen que destinar, de media, el 95,7% de su salario al alquiler, dato que contrasta con la realidad de los jóvenes Castilla-La Mancha, que de media pagará en torno al 47,9%. Un contraste entre las comunidades más y menos gravosas por la renta juvenil que deja a la comunidad valenciana en la mitad de la tabla.
Esta imposibilidad de acceder a la vivienda tiene consecuencias sociales y económicas, según un informe elaborado por el Instituto de la Juventud en 2020 en el marco de la Agenda 2030, según el cual “Los jóvenes han sido excluidos del derecho a la emancipación y al ejercicio de una vida independiente”.
El mismo informe refleja que los jóvenes se emancipan a los 29,5pero si en 2010 el 53,3% de los jóvenes de entre 18 y 34 años seguía viviendo con sus padres, el porcentaje subió en 2019 al 64,5.
A ello se suma “la imposibilidad de acceder a una vivienda estable ni siquiera en alquiler” cuando la propiedad de la vivienda “está efectivamente cerrada a todos nuestros jóvenes, lo que añade aún mayor incertidumbre a su futuro”.
Báez insiste en que la renta media en España fue de 848 euros en el segundo semestre de 2021, mientras que un joven podría pagar solo 320 para evitar el «sobreendeudamiento», lo que, a su juicio, no hace más que poner una «barrera de entrada» hacia su independencia.
Sin embargo, asegura que los jóvenes están «sobrecualificados» para su trabajo, en el que domina la parcialidad, sobre todo en las mujeres, dos factores que ayudan a que solo el 15% de las personas entre 16 y 29 años en nuestro país sean independientes.
Cataluña, Canarias, Comunidad de Madrid y Euskadi además de Baleares, las regiones españolas donde el alquiler está por encima de la media (79,2%), mientras que la Región de Murcia, Extremadura y Castilla-La Mancha Estas son las regiones donde alquilar es «más barato».
Pese a ello, nadie está por debajo del 30% del salario de un joven (donde el alquiler menos pagado está 17,9 puntos por encima), un umbral por encima del cual el acceso a la vivienda supondría un desembolso muy elevado, por encima del máximo tolerable, destaca el CJE.
¿Comprar para ganarse la vida?
Ante este escenario, hay dos formas de “aligerar” el bolsillo de los jóvenes: uno de ellos está compartiendo un apartamento y otro está comprando una casa. Y es que así como el alquiler de un piso en España representa el 79,2% del salario de un joven, una hipoteca es algo inferior y de media cuesta el 51,1%.
En efecto, mientras diez municipios superan el 60% de renta, en el caso de las hipotecas es muy inferior y solo tres de ellos (Baleares, Madrid y Euskadi) superan el 60%, aunque solo Castilla-La Mancha se sitúa por debajo del 30% (con un 29,4). %), con el que en todo menos en Mancha hasta los jóvenes tienen que endeudarse para comprar.
Comprar un piso también conlleva un gran inconveniente: la entrada del mismo. De media, un joven tiene que destinar 3,8 veces su salario neto anuales decir, tiene que dar su sueldo neto durante casi cuatro años para poder pagar el enganche del apartamento y empezar a pagar la hipoteca más adelante de forma mensual.
Para Báez, se trata de un «impedimento» para el que «hay que aplicar medidas» porque «por más barato que esté después de la hipoteca, con esa gran barrera se hace imposible comprar un piso».
Es “un anillo”, dice, porque lo que se obtiene, a través de la imposibilidad de acceder a la compra de un inmueble por su entrada, «es que sigue alquilado», siendo «casi inaccesible» pagar esa cantidad de dinero.
Vivo compartido si o si
Entonces, la única solución para independizarse es compartir un apartamento. Compartiendo, los jóvenes destinan solo el 25% del salario5% menos del total que podrían destinar.
Asimismo, el alojamiento compartido es solo un indicador más las mujeres (18,5%) se vuelven más independientes que los hombres (12,5%)pero la parcialidad o «precariedad laboral» «los obliga a vivir con varias personas en la misma casa», dice Báez.
Cabe señalar, para destacar estos datos, que mientras el 26,7% de los hombres emancipados lo hacen en hogares unipersonales, sólo el 13,8% de las mujeres puede permitirse el mismo hecho.
El bono de alquiler no es la solución
La vicepresidenta del CJE subraya que, por ello, para el Consell el bono de alquiler «es insuficiente», porque, además, «beneficia solo al 2% de los jóvenes Y cualquiera que no tenga esa ayuda queda excluido de ese cuadro”.
Según él, una de las pocas soluciones sería cap rents con el objetivo de hacer de este mercado un sector más «accesible».así como la creación de vivienda pública.